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domingo, 29 de enero de 2017

El SERMÓN de la MONTAÑA




Portal Carmelitano

29 de Enero

Evangelio según san Mateo   (5,1-12a)





En aquel tiempo, al ver JESÚS el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos. Y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo:


*     Dichosos los que saben que son pobres,
porque suyo es el Reino de Dios.

*     Dichosos los afligidos,
porque serán consolados.

*     Dichosos los no violentos,
porque heredarán la tierra.

*     Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia,
porque serán saciados.

*     Dichosos los misericordiosos,
porque alcanzarán misericordia.

*     Dichosos los sinceros de corazón,
porque verán a Dios.

*     Dichosos los que trabajan por la Paz,
porque se llamarán hijos de Dios.

*     Dichosos los perseguidos por su fidelidad,
porque suyo es el Reino de Dios.



Dichosos vosotros cuando os insulten, os persigan y os calumnien
de cualquier modo por causa mía.
Estad alegres y contentos que vuestra recompensa será grande en el cielo.

(Mateo, 5 1)


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En el Antiguo Testamento, Moisés subió al Monte Sinaí para recibir la Ley de Dios. También JESÚS sube a la montaña y mirando a la gente que le seguía, proclama la Nueva Ley.
Hasta este momento, sólo eran cuatro los discípulos de Jesús (Mt 4,18_22). Pero de hecho lo seguía un inmenso gentío. Rodeado de discípulos, JESÚS comienza a enseñarles, proclamando las bienaventuranzas.
Las bienaventuranzas, las ocho puertas de entrada al Reino, constituyen la solemne apertura del Sermón de la Montaña. En ellas JESÚS define quién puede entrar en el Reino. Son ocho categorías de personas. Ocho puertas de entrada.

¡No hay otra puerta para entrar en el Reino!

 Los que desean formar parte del Reino deberán identificarse con una de estas categorías o grupos.

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1.    Bienaventurados los pobres de espíritu, los que saben que son pobres.

§        No es ni el rico, ni el pobre con mentalidad de rico,
sino el que, como JESÚS, vive pobre       (Mt 8,18),
cree en el pobre (Mt 11,25-26)
y ve en ellos a los primeros destinatarios de la Buena Noticia        (Lc 4,18).
§        Es el pobre que tiene el Espíritu del Señor.



2.     Bienaventurados los pacíficos, los no violentos.

§        No es la persona pasiva que pierde las ganas y no reacciona por nada,
sino que son aquéllos que están “pacificados” y ahora, como María,
viven en la “humillación”              (Lc 1,48).
§        Como JESÚS, intentan ser “mansos y humildes de corazón”           (Mt 11,19).



3.    Bienaventurados los afligidos, los tristes.

§        No se trata de cualquier tristeza,
sino de la tristeza ante las injusticias y
las faltas de humanidad que tienen lugar en el mundo.
§        Están tristes porque no aceptan la situación en la que se encuentra la humanidad.



4.    Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia.

§        No se trata sólo de la justicia que se busca en los tribunales y
que muchas veces es la legislación de la injusticia.
§         Sino sobre todo, es la Justicia de Dios que se busca, haciendo de modo que las cosas
y las personas puedan ocupar el lugar que deben ocupar en el plan del Creador.



5.    Bienaventurados los que son misericordiosos.

§        No es la filantropía que distribuye limosnas, sino que se trata de imitar a Dios,
§        La que tiene entrañas de misericordia por aquéllos que sufren.
§        Misericordia quiere decir tener el corazón en la miseria de los otros
para disminuir su dolor.
§        Quiere decir obrar de modo que no nos sea ajeno el sufrimiento de los demás.



6.    Bienaventurados los puros y sinceros de corazón.

§        No se trata de la pureza legal que sólo mira lo externo,
sino que se trata de tener la mirada purificada para asimilar la Ley de Dios
en el corazón, que se hace transparente, y permite a las personas reconocer
la llamada de Dios en los hechos de la vida y de la naturaleza.



7.    Bienaventurados los constructores de Paz, los que trabajan por la Paz.

§        No es sólo la ausencia de guerra.
§        La Paz que Dios quiere sobre la tierra es la reconstrucción total y radical de la vida,
de la naturaleza, de la convivencia.
§        Es el Shalom, la Paz anunciada por los profetas y dejada por JESÚS a sus apóstoles (Jn 20,21).



8.    Bienaventurados los perseguidos por la justicia, por su fidelidad al Mensaje.

§        En el mundo construido y organizado a partir del egoísmo de personas y grupos,
(como el sistema neoliberal que hoy domina al mundo),
aquél que desea vivir el amor desinteresado,
será perseguido y morirá en la cruz.


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Ser felices hoy


El Evangelio dice exactamente lo contrario de lo que afirma la sociedad en la que vivimos.
En la sociedad el pobre es considerado un infeliz, y es feliz quien posee dinero y puede gastar a su antojo.
En nuestra sociedad es feliz quien tiene fama y poder. Los infelices son los pobres, aquéllos que lloran.
En televisión, las telenovelas divulgan el mito de las personas felices y realizadas. Y sin darse cuenta, las telenovelas se convierten en padrones de vida para muchos de nosotros.
Estas palabras de JESÚS todavía tienen sentido en nuestra sociedad:
“¡Bienaventurados los pobres!
¡Bienaventurados los que lloran!”

Y para mí, que soy cristiano o cristiana, ¿quién de hecho es feliz?



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