Aparición del 19 de agosto de 1917
Bajo pretexto de ofrecerles su
propio automóvil, para que los niños pudieran trasladarse con seguridad en
medio de la multitud que rodeaba sus hogares, el Administrador civil o Alcalde
del distrito en el que estaba ubicada Fátima, llegó a Aljustrel en la mañana
del 13 de agosto.
En un intento de conocer "la verdad" sin éxito, el 11
de agosto, Arturo Santos, un
apóstata Católico y Masón de alto rango, había planeado una trampa que dejaría
a los niños bajo su custodia para forzarlos a revelar todo. Como acto de buena
fe, se ofreció para llevar a los tres niños y a sus padres a ver al Párroco,
diciendo que quería verles, y así se fue a Cova.
En la casa parroquial abandonó esta artimaña
así como a los padres, llevándose solo a los niños hasta la sede del distrito
en Vila Nova de Ourem, a unas 9 millas de distancia. Allí
intentó comprarlos, los amenazó de muerte y los encerró en una celda con otros
"criminales" para hacerles retractarse de su historia. Todo esto sin
ningún resultado: a pesar de sus edades, su fe en la Señora
y su coraje fueron imperturbables.
Mientras tanto en Cova al mediodía del día 13, los signos
externos característicos de la aparición se hicieron visibles para la multitud,
la mayor hasta ese momento. Cuando terminaron estos signos todos se dispersaron,
sin conocer las trampas tendidas por el gobierno.
Sin embargo, el "juicio"
de los niños continuó durante dos días, preocupando altamente a sus familias.
Finalmente, en la fiesta de la
Asunción el 15 de
agosto, el Administrador los condujo de nuevo a Fátima y los dejó a los
pies de la rectoría. Aquí fueron vistos por la gente que salía de Misa tratando
de saber por parte de Ti Marto dónde
habían estado los niños.
Su furia se volcó contra el
conductor del coche y contra el Alcalde cuando llegó un poco más tarde, ambos
ansiosos de escapar ilesos. Este fue el único esfuerzo serio por parte de la
autoridad para intervenir en este tema de la Señora de Fátima.
Los planes de la Señora fueron retrasados un
poco. El Domingo 19 LUCÍA, su
hermano Juan y Francisco estaban pastoreando sus ovejas en un lugar llamado Valinhos.
Estaba ubicado al lado de la misma colina opuesta a Aljustrel donde se les
apareció el ángel dos veces, un poco más al norte. Alrededor de las 4 de la
tarde, presintiendo que la Señora estaba apunto
de aparecer, LUCÍA trató sin éxito
de convencer a Juan que fuera a
buscar a Jacinta y hasta le ofreció
unos cuantos céntimos. Mientras ella y Francisco
esperaban, vieron la luz típica. En el momento en que Jacinta llegó se apareció la Señora.
¿Que quieres de mí?
Venid otra vez a Cova
da Iria el trece del mes que viene, hija mía, y continuad rezando el Rosario
todos los días. El último día haré un milagro para que todos crean.
¿Que debemos hacer con las ofrendas que deja la gente en Cova da
Iria?
Quiero que hagáis dos andas (para cargar estatuas) para la fiesta de Nuestra Señora del Rosario. Quiero que tú y Jacinta llevéis
una de ellas con otras dos niñas. Vosotras dos os vestiréis de blanco. Y luego
quiero que Francisco, con tres niños ayudándolo, cargue la otra. Los niños
también han de vestir de blanco. Lo que quede de las ofrendas ayudará para la
construcción de la capilla que ha de ser construida aquí.
LUCÍA preguntó después por la curación de algunos enfermos.
Algunos los curaré durante este año. (Mirándolos tristemente dijo), Rezad, rezad mucho. Haced sacrificios por los pecadores. Muchas almas se van al infierno porque
nadie está dispuesto a ayudarlas con sacrificios.
Habiendo dicho esto se retiró como había hecho en otras
ocasiones.
Las narraciones estás
basadas, naturalmente, en el testimonio de Lucía, recogidos en diversos
escritos y finalmente nos hemos utilizado dos fuentes: Aciprensa y en Ewin.com
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