Del Evangelio del 29 noviembre 2020
(Oído y leído por ahí……)
“…….Vigilad, velad pues no sabéis cuando es el momento,
no sabéis cuando vendrá el dueño de la casa……”
Marcos 13, 33-37
Es el mismo aviso, advertencia, consejo que nos da frecuentemente JESÚS y
que venimos recordando en los Evangelios de estos últimos días:
¿Le venida de JESÚS?
¿El fin del mundo?
¿El fin de los días para cada uno de nosotros: la muerte?
¡Vigilad, estad alertas, despertad….!
Son las palabras clave del mensaje de JESÚS!
¿Cómo vivimos hoy estos mandatos, estas órdenes del MAESTRO?
¿Estamos dormidos?
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Tres mensajes
1. DESPERTAR del sueño en que vivimos.
El mundo de hoy, la sociedad moderna y todos nosotros estamos tentados
y caemos más o menos profundamente en el consumismo de la vida, como única realidad:
trabajar para comprar y vender, conseguir y acumular, disfrutar de la vida,
evadirnos pasivamente con programas, noticias y superficialidades audiovisuales.
Se trata de un simple disfrute de los sentidos, efímero y pasajero. Y nos deja muy insatisfechos.
El Evangelio nos invita a despertar y salir de esa frivolidad y superficialidad de la vida,
nos impele a abandonar nuestro encierro personal, nuestro adormecido egoísmo,
y nos sacude para no seguir indiferentes ante las urgentes necesidades de los demás
“Despertar de ese sueño mundano es mirar la vida con otros ojos”
contemplar nuestra existencia, con madurez
enfocarnos hacia un verdadero y profundo sentido de la vida,
buscar un nuevo horizonte que conduzca a la Verdad,
una Verdad que nos satisfaga y nos llene de PAZ.
¡ Y hacerlo cuanto antes….desde ahora !
¡¡ ya !!
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2. Vivir “VIGILANTES”, con conciencia y lucidez.
Descubramos y usemos lo mejor que hay dentro de cada uno de nosotros.
La vida, que pasa rápidamente, se nos ha dado para:
• vivir en el amor,
• construir lazos de solidaridad
• vivir la justicia en la familia
• en el trabajo, entre los amigos,
• y en toda circunstancia.
Los medios audiovisuales del mundo actual así como las redes sociales
nos inundan con malas noticias, tragedias, conflictos sociales, enfrentamientos, corrupción.........
a lo que se agregan los inquietantes y progresivos conocimientos del efecto de la pandemia.
Todo ello provoca estados de ansiedad, angustia y stress….y sobre todo INCERTIDUMBRE.
En este escenario generalizado, hay que reconocer que hemos sacado y excluido del horizonte de nuestra vida la única certeza,
la gran CERTEZA, que es DIOS
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3. Estamos llamados a reavivar la ESPERANZA.
La Iglesia es una Comunidad de Esperanza
en donde aprendemos juntos desde la Fe
a poner toda nuestra vida, pero sobre todo nuestro futuro
personal, familiar, social y mundial
en las manos de DIOS.
Y es en el Adviento que comienza hoy, como preparación a la Navidad,
cuando más debemos, creer, sentir, vivir que
DIOS siempre sale a nuestro encuentro
DIOS nos acompaña cada día, en cada momento, y nos dice:
“No estás solo, soy el Emmanuel,
DIOS contigo,
DIOS con la humanidad,
que no te he abandonado ni te abandonaré nunca”
“Quiero darte Paz",
"quiero fortalecerte en tu debilidad"
"quiero consolarte en tus problemas"
"quiero iluminarte en tus oscuridades"
"quiero en tus dudas ser "CERTEZA" que te acompañe siempre
y te guie en el camino de tu vida”
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