Evangelii
Gaudium --- (Serie 1)
1
El gran riesgo del mundo actual,
con su múltiple y
abrumadora oferta de consumo,
es una tristeza individualista que brota
del corazón cómodo y avaro,
de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales,
de la conciencia aislada.
Cuando la vida interior se clausura en los propios intereses,
ya no hay espacio para
los demás,
ya no entran los pobres,
ya no se escucha la voz
de Dios,
ya no se goza la dulce
alegría de su amor,
ya no palpita el
entusiasmo por hacer el bien.
**********************************
2
v Hay cristianos cuya opción parece ser la de
una Cuaresma sin Pascua.
Pero reconozco que la alegría no se vive del mismo modo
en todas las etapas y circunstancias de la vida,
a veces muy duras.
Se adapta y se
transforma,
y siempre permanece al
menos como un brote de luz
que nace de la certeza
personal de ser infinitamente amado,
más allá de todo.
**********************************
3
Puedo decir que los
gozos más bellos y espontáneos
que he visto en mis años de vida,
son los de personas muy
pobres
que tienen poco a qué
aferrarse.
**********************************
4
Ø ¿Llegamos a ser
plenamente humanos?
Ø ¿Cuándo somos más que humanos?
Cuando le permitimos a Dios que nos lleve más allá de nosotros
mismos
para alcanzar nuestro ser más verdadero.
Allí está el manantial de
la acción evangelizadora.
Porque,
si alguien ha acogido ese amor que le devuelve el sentido de la
vida, ¿cómo puede contener el deseo de comunicarlo a otros?
**********************************
5
Tampoco creo que deba
esperarse del magisterio papal
una palabra definitiva o completa sobre todas las
cuestiones que afectan a la
Iglesia y al mundo.
No es conveniente que el Papa reemplace
a los episcopados
locales
en el discernimiento de todas las problemáticas
que se plantean en sus
territorios.
En este sentido,
percibo la necesidad de avanzar en una saludable «descentralización».
^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^
No hay comentarios:
Publicar un comentario